Anécdotas de la vida en casa

Alexander Khawa:
Mi querido patatín ya va desarrollando su propia personalidad y otras cositas más.
A pesar de no tener miedo a cosas como electrocutarse con la lampara de Ikea de papel de arroz que ya está destrozada al estilo oruga come, come ñam ñam... Y de tampoco tener miedo de cuando su hermana decide lanzarle una manta encima para ver si él solito puede salir de ella, a mi pequeño patatín le dan miedo dos cosas: las ovejas de la tele (sobre todo las de los dibujos animados) y la batidora.
Progresos físicos: sabe bailar y se aguanta sólo.
Vocablos aprendidos: teta, teta, papa, am am
Habilidades de otro tipo: vaciar los cajones de ropa interior, escaparse de casa cuando se nos olvida cerrar la puerta de casa y esconderse debajo de la cama.
Alimentos de su gusto y paladar: pan con mucha mantequilla, pepino, cocino, chorizo, cereales que se caen del bol de Stella y trozos de cosas que esconde y a posteriori encontramos en su boca.

Stella Dechen:
Mi querida chocho de peste, también conocida como chuchi a modo cariñoso. Ser responsable y maniático, decide que ropa debe llevar a la guardería y que disfraz utilizará por la tarde cuando este por casa, tiene su propio delantal para cocinar conmigo.
Tiene una colección de diademas que lleva a modo ninja según el color de su vestimenta.
Estoy contenta porque se va a dormir sola, aunque siempre aparece durmiendo a los pies de mi cama ejerciendo el rol de perrito porque sabe que su hermano ocupa la parte superior de la cama y no queda mucho espacio para ella.
Lo que no me gusta tanto es que pega, araña y cuando se enfada (que suele ser muy a menudo) cierra la puerta al más puro estilo adolescente (cosa que se que ha aprendido de mi, me refiero a lo de los portazos).
Procesos físicos: romper lamparas (cosa de hermanos), caerse por detrás del sofá al ir saltando por encima, subirse al retrete y abrir el armario donde tengo el maquillaje y a posteriori maquillarse. Además se ha aprendido los bailes tradicionales tibetanos que canta a su misma vez mientras viste el traje típico de Kham.
Vocablos aprendidos:
Islandés: ekki taka (no lo cojas, es mío), haettu(para ya), nuna (ahora), ís (helado), meira (más), sjaumst á morgun (hasta mañana)...
Español: papa te quiero (lo de mama te quiero es sólo para el día de la madre), chicha, leche, más, agua, a recoger, a dormir, tengo caca, basta...
Tibetano: dutcha (niña mala), tashidelek (hola, adiós, buena suerte), chu (agua), oma (leche), om maní pedme um (oración del budismo tibetano)...

Y así pasa una los días ;)

El regreso al mundo laboral

Así es, ya hace varias semanas que me ronda por la cabeza que me apetece muchisimo volver a trabajar y como Kunsang está en permiso de maternidad creo que no es necesario que nos quedemos lo dos en casa:

-Soy afortunada por poder estudiar y así tener una excusa para poder salir de casa y pensar en otra cosa que no sean panales y porridge ;)

-Necesito poner en práctica todo el islandés que estoy aprendiendo en la universidad y ser capaz de adaptarme a la lengua lo más rápido posible para que cuando me gradúe este curso, sea capaz de encontrar un trabajo de lo mío y la lengua no sea un impedimento.

-Creo que si el gobierno le concede al padre 3 meses de paternidad es para que el padre pueda tener el tiempo de reforzar su relación con sus hijos.

-Ademas aunque el trabajo me vaya a robar tiempo de estar con ellos quiero usar ese dinero para viajar con ellos que es lo que más me gusta del mundo.

Feliz fin de semana, deseadme suerte que mañana tengo una prueba ;)

El después

No quería volver a escribir otro post sobre este tema, pero dado el apoyo y el movimiento que ha creado abrir la caja de pandora, creo que lo más justo es que acabe de explicar como ha ido todo.
Tomar decisión de esta magnitud por lo general no es cosa fácil, son situaciones que hagas lo que hagas acabaran por cambiar tu vida y hay que tomarse las cosas de la mejor manera posible.
Ha sido una semana terrible para mi, casi sin dormir, buscando información por todas partes, preguntandome una y otra vez, preguntandole a marido y observando a mis dos pequeños.
¿Existe una respuesta correcta?
Creo que todo depende de la experiencia, las expectativas y la ética de cada individuo, personalmente admiro a las mujeres que han pasado por esta situación y también a las que han pasado por ello y han decidido tomar un camino distinto al mío.
Hoy me siento tranquila y convencida, he hecho lo correcto y lo peor de todo es que ha sido más fácil de lo que me imaginaba. Además he conseguido fortalecerme como individuo, he conseguido pulir mi relación con mi pareja y ver que tengo mucha suerte al ser la única mujer en consulta acompañada en un proceso tan fuerte. A mis hijos, he conseguido valorarlos aun más, descubrir que me basta y me sobra con lo que ya tengo ahora y que aún me quedan muchos años por apoyarles (uno tiene sólo 8 meses y las otra 2 años y medio).
No hubiera aguantado otro embarazo porque mi segundo embarazo ya fue una apuesta fuerte de la que aun nos estamos recuperando, que soy madre y mujer, pero hay muchas más cosas que me apetecen hacer antes que volver a ser madre por tercera vez y más en 2 años consecutivos.
Gracias a la persona anónima que me aconsejo leerme: Como ser mujer. Ha sido un libro que me ha abierto los ojos y ha hecho más fuerte mi decisión, por cierto quiero dedicarle una entrada a ese libro.
Ahora tengo 26 años, me queda menos de un año para graduarme y eso me hace muy feliz, me quedan muchas cosas por hacer que me hacen feliz, me hace feliz haber sido fuerte y haber aprendido a escucharme a mi misma.

Tomar una decisión muy dura

He estado pensado si realmente debía escribir esta parte de mi vida en un blog, pero tras mucho pensar, quizás algún día cuando una mujer se encuentre en una situación parecida, le ayude encontrar un texto así.
Hace poco más de 10 días, nos enteramos de que estoy embarazada por tercera vez, la noticia nos cogió  por sorpresa, aunque todos sabemos como se hacen los bebes, nosotros habíamos tenido super súper cuidado y no podíamos asimilar una noticia tan fuerte.
Nos enteramos porque yo empecé a encontrarme mal y de broma le dije a Kunsang que comprara un test de embarazado, enseguida salieron las dos rayitas rosas.
Tenemos a Stella de 2 anitos y medio, luego está Khawa de 9 meses recién cumplidos. No es el hecho de tener dos tan pequenos lo que me preocupa sino el hecho de que aun no me he recuperado como persona de dos embarazos, lactancia y limitación económicas y sociales, tras mis dos hijos.
Lo más importante ha sido poder descubrir que Kunsang, me apoya en esta decisión tan complicada, porque al final la última palabra la tenemos nosotras como mujeres.
Mi decisión ha sido que no voy a seguir adelante con este embarazo, con todo lo que conlleva a nivel moral tomar esa decisión y creo que es la más adecuada en este momento de mi vida.

La guardería de nuestros hijos

Cuando Stella era un bebe y todavía estaba en casa conmigo me daba mucho miedo que empezara la guardería, sobre todo lo que más te tiraba para atrás era el hecho de pensar que dormiría la siesta a la intemperie y que estaríamos separadas por muchas horas.
Su primera guardería fue preciosa, sólo habían 20 alumnos y la profesoras eran mujeres mayores de pueblo muy carinosas. Luego nos tuvimos que mudar a la gran ciudad y bueno el panorama cambio, una guardería publica con 100 alumnos, empleados que iban dejando su puesto de trabajo un día si y otro también y me partía el alma ver como llegábamos por la manana y las profesoras ni siquiera saludaban a Stella porque estaban demasiado ocupadas por falta de personal.
Finalmente decidí que ella no podía seguir en esa guardería cuando me insinuaron que podía tener un retraso ya que no había pasado el examen de islandés de los 24 meses (una cosita que tiene que adaptarse a las 4 lenguas que se hablan en su entorno). No quiero que penséis que el sistema de guarderías de Islandia es una mierda, no es así, es sólo mi experiencia en una guardería pero creo que tiene mucho que ver con la política proteccionista del país y la lengua en la que las personas cualificadas, si no hablan islandés siempre estarán en un segundo plano y eso en un país donde la media de hijos por familia es 3 influye mucho si no hay suficiente personal.Pero en general está bien montado, no son caras, tienes la plaza asegurada y la comida no está mala.
Yo vi la luz cuando encontré una guardería Waldorf, nunca había oído hablar del método, cuando fuimos a verla  me encantó sobre todo la cocina abierta a los ninos con una cocinera de las de toda la vida carinosa y regordeta.
Stella empezó en agosto y es una maravilla, el hecho de que no tengan juguetes, que hagan cosita de ganchillo o jueguen con cosas de la naturaleza, parece una cosa de hippies pero ella está encantada, lo primero que me pidieron fue que le tejiera una manta para dormir la siesta y ella pudo ver como se iba haciendo en casa hasta que un día se la pudo llevar al colegio. El ambiente que se respira es completamente distinto y a ella le encanta levantarse por las mananas para ir a la guardería.
Bueno en resumen, ya he pedido plaza para Khawa para que pueda empezar directamente allí con su hermana.